La decisión entre el suelo laminado y el de madera natural para que se adapte mejor a sus expectativas puede ser difícil, ya que ambos son excelentes opciones y de alta calidad.

Si valoramos de forma especial la autenticidad, por encima de todo, no hay nada como la madera natural. Si, por el contrario, somos más cercanos a una alternativa económica y sencilla, el suelo laminado es la mejor opción.

Gracias a su núcleo de madera, los suelos laminados y los de madera natural son duraderos y resistentes.

Los laminados, cuentan con un núcleo HDF: una plancha de finas fibras de madera reciclada comprimidas a alta presión y con un acabado de capa de diseño impreso.

Por su lado, los suelos de madera natural están hechos de una capa superior de roble y madera de diseño, cubiertas con un acabado protector.

Ambos suelos funcionan bien con la calefacción por suelo radiante, aunque el laminado es ligeramente más eficiente.

Además, tanto los suelos laminados como los de madera natural son excelentes para absorber el sonido. Para los suelos laminados, contar con una capa de subsuelo de espuma adecuada es esencial.

La madera natural también obtiene beneficios de una capa de subsuelo, pero naturalmente es mejor amortiguadora de ruidos.

Para los laminados sólo necesitas una aspiradora, una mopa húmeda y los productos de limpieza adecuados.

Los suelos de madera, por su parte, necesitan un cuidado más delicado para conservar su belleza.

Para ambos se recomienda el uso de los productos de limpieza aconsejados por el fabricante.