La madera de roble es un clásico con el siempre acertarás. Es la única madera que siempre se ha mantenido a la cabeza en diseño de interiores. Sus excelentes cualidades de dureza y la variedad en matices que ofrece, crea suelos de gran belleza y resistencia que nunca pasan de moda y se adaptan a todo tipo de espacios.

Las lamas de gran formato se han posicionado como una de las preferidas en decoración de interiores. Y es que la belleza de una lama más ancha y más larga crea espacios de gran elegancia y exclusividad, aportando una sensación de mayor amplitud y una calidez difícil de alcanzar con las tablas de tamaño estándar.

El formato de espiga y el de punta Hungría llevan años ocupando un papel importante en el diseño de interiores. Su gran personalidad, y el dinamismo que aportan al espacio, crean estancias únicas que aportan gran exclusividad.

Para los amantes la luminosidad, los suelos de madera de tonos claros y cepillado suave se convierten en un claro ganador. Es una apuesta por la simplicidad y luminosidad, con acabados de la madera en barniz o aceite mate, que potencian la naturalidad de la madera sin artificios.
Los suelos de madera en tonos oscuros, mates, con vetas y nudos marcados también son una opción acertada y en tendencia. Estos tonos absorben la luz y crean un espacio íntimo y acogedor, denotando gran elegancia.